jueves, 9 de septiembre de 2010

Bangassou, Republica Centroafricana, 18 de agosto de 2010

Africa según los ojos de mí hermano.
Por Clarisa Caraballo

Bangassou, Republica Centroafricana, 18 de agosto de 2010
Después de algunas semanas de no tener noticias de mi hermano, finalmente supe de él. Llegó a Bangassou, un pueblo que está a 600km del límite con Sudan, que no posee agua, ni cloacas ni luz. La pobreza de este sitio es impactante, los aldeanos no tienen nada, salvo las plantaciones de mandioca, que es de lo que viven. Las que trabajan son las mujeres y los niños. La mayoría de los hombres, en cambio beben whisky y vodka que se compran en sachets como si fueran envases de champúes Mi hermano está parando en la Diócesis de Bangassou, una entidad católica, que posee lujos exóticos para la zona: grupo electrógeno, baterías solares e internet. Está ubicada en el medio de la selva y es dirigida desde hace treinta años, por un obispo español. También hay dos monjas médicas argentinas, un cura hondureño y otro chileno. A esta misión católica, para mantenerse, les envían cuatro/cinco containers con productos y alimentos por año, además están provistos de ocho vehículos tipo 4 x 4. En este alejado sitio parece que la misión es lo único que funciona y a mi hermano, le recuerda mucho al colegio Don Bosco en su forma edilicia y a la película homónima. Por el equivalente a $ 60 (argentinos) por día se hospeda en una habitación, con servicio de desayuno, almuerzo y cena. La comida es rica y abundante, generalmente española, a base de guisos y carne con legumbres, donde nunca falta el postre. El desayuno es muy abundante, a base de pan tipo lactal casero con manteca y miel. Se siente un rey, en un palacio que se infiltra en el medio de la selva y en un tiempo detenido, a la espera de poder continuar el viaje. Las lluvias, el barro y los peligros que acechan para llegar a la frontera no permiten por el momento, que la aventura continúe. En la selva están escondidos los “Tongo Tongo”, que en Sogo (dialecto africano) significa “caminar durante todo el día, mañana y tarde”. Así denominan los lugareños despectivamente, a los militares rebeldes ugandeses (denominados también capas) que se escaparon con armamento y que son perseguidos por la milicia oficial. Se dice que los “Tongo Tongo” son los más salvajes del planeta, que roban y matan y que hace unos meses tomaron una población y una misión. También, que faltan unas doscientas personas de los poblados. Debido al obispo de la diócesis, que se movilizó a nivel mundial, donde intervino EE.UU, y que junto con los militares de la zona, lograran diezmar a los “Tongo Tongo”. Sin embargo, varios de ellos, todavía se encuentran escondidos en la selva, sembrando el miedo.
Mi hermano mañana parte a Semio con su moto, donde se encuentra otra misión católica. Son doscientos kms. a lo largo y ancho de la selva, en donde abunda el barro y el agua y donde no hay asfalto ni ruta, sólo algunas chozas. Esta vez no va solo, sino custodiado por un convoy (grupo de camionetas con militares) y ángeles negros.

No hay comentarios: